Tenía buenas referencias y buenas expectativas. El género epistolar es bastante novedoso para mí pero no me provoca incomodidad ni me siento fuera de lugar al cruzarmelo. Es más, los que he leído en este formato fueron todos rápidos de llevar.
El confidente es,ante todo, drama puro. Uno va tratando de atar cabos, hay cosas que quedan a medias, no sabés cómo sentarte para seguir leyendo de la ansiedad. Y la verdad esperaba cualquier cosa menos lo que realmente terminé leyendo. Cuando se destapó la olla y me estremecí al leer los últimos capítulos, me quedé helada. En el buen sentido.
La narración es por momentos desordenada y lo único que podemos distinguir es la diferencia de estilos y fuentes de ambos "protagonistas". Con respecto a las descripciones, son justas y acertadas. El dolor de la guerra,de perder un ser querido, los paisajes y recuerdos de la infancia, todo es un compendio de la vida de estos personajes que tomaron decisiones que afectarían en magnitudes inesperadas a las generaciones venideras.
Es muy dificil tratar de plasmar todas las sensaciones que me dejó el confidente con sus cartas. Pero no quería dejar pasar más tiempo sin volcar aunque sea algunas impresiones desordenadas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario