Regina y Marcelo- Ana María Cabrera

El relato de Ana es muy simple: una historia de amor de las de antes. De esas en las que él, señor de la alta sociedad y político la sigue a ella, la novia del canto lírico y la ópera por más de 3 años alrededor del mundo. Ahi estaban sus rosas y su tarjeta en cada función. Ahi quedaba Marcelo, en los sueños de Regina y dejandole gusto a arrepentimiento. Qué hacer? Lo que soñaba? O lo que amaría? Finalmente, Marcelo obtiene a su chica. Ambos entrados en los treinta y pico, viven un amor típico de principios de siglo XX. Regina deja su carrera por Marcelo. Marcelo alimenta un romance de novela, pero no deja sus amantes por ella. Y sin embargo, Regina da vuelta al mundo por su marido. Soporta la prisión a la lo someten. Lo alienta a perseguir sus anhelos políticos a la vez que ella misma tiene sus proyectos de inclusión social. No se ha olvidado de su vida de artista. Durante el día hace realidad la Casa del teatro y en la noche canta para el privilegiado oído de su esposo. Más allá de las dificultades, Regina era feliz en los momentos en que Marcelo era todo suyo. Y lo veneró mas allá de la muerte. Su vida giró siempre en torno a lo que la hacía sentir plena, amada, radiante: un amor entre rosas rojas y blancas y su casa de París. Vivió muchos años más que su marido e incluso fue injustamente castigada por no ser una persona de alta cuna. Peleó contra los prejuicios y los desaires de las señoras de Buenos Aires y ya en la vejez abrió su vida a los que habían estimado a su marido y le ofrecían gratos momentos. La vida de esta mujer no debería quedar en un libro y una calle. Regina merece ser homenajeada por algo más que una voz privilegiada. Merece ser recordada por ser una mujer que ante todo, dejó todo por el hombre que amó.