Into the Wild- Jon Krakauer

Estimo que no voy a decir nada que Jon ya no haya expresado en su maravilloso libro que no hubiera existido sin Chris.
No sabemos qué pensaba cuando murió,sólo en Alaska, dentro del bus 142. Por suerte,tenemos el relato y excelente recopilación de testimonios y vivencias que nos ofrece Krakauer para conocer cómo vivió.
Controvertido, odiado, pero nunca ignorado, el escritor nos abre las puertas a la vida de Chris, a los pantallazos de su infancia, a su ambición por conocer más sobre la vida desde otro plano, esa ambición que hace emprender la aventura hacia lo salvaje y, consecuentemente, a su solitario final en el Stampede Trail.

Muchos calificaron a Chris de imprudente, de estúpido, de ser un nenito de mamá más que se fue a resolver su complejo de Edipo al lugar menos pensado y con la peor preparación posible. Un ignorante.

No podrían estar más alejados de los hechos. Las fotos, las cartas, los libros, incluso el cinturón artesanal y los varios testimonios de la gente que se cruzó con "Alex" manifiestan la inteligencia avasallante de Chris. Como si estuviera en un plano superior, un plano reservado a aquellos que pasan de lo superficial y rutinario.

El libro nos perfora el alma al describir los sentimientos de Billie, la desazón de Walter y su falta de entendimiento con su hijo, qué señales no supieron ver, qué palabras no pudieron decirse, qué factores podrían haberlo mantenido en contacto con su familia a lo largo de sus dos años de desaparición hasta la inevitable noticia que les cambia la vida.

Pero Chris no murió en vano. Su historia cala hondo entre los jóvenes que se asoman a dejarle su ofrenda en su última morada y que también, gracias a el, quieren descubrir qué hay más allá. Si es cierto que hay felicidad fuera del cemento.