Y hoy que leemos...?

Lo que da vida a la mesita de luz

jueves, octubre 31

The Summer Garden- Paullina Simons



Hace 8 meses que tengo el libro en casa. Esto fue después de una cacería conjunta con Juli,que me lo consiguió para completar mi colección de bellos pocket y ahí quedó. Intenté dos veces leerlo de corrido, sumergirme, y dejarme llevar. Y las dos veces fallé. No me sentía preparada, me consumía mucha energía "emocional", y la segunda vez quedé varada en Phoenix, en el capítulo 8 que quedó suspendido en un signo de interrogación. Aún veo los orejones de varias partes que fui marcando por alguna u otra razón. Mis amigas decían "esperá a que naca el bebé, no podés leerlo así!". Pero no, yo necesitaba cerrar la historia. Me llamaba desde el estante.
Hace una semana, tomé empujón y me animé a retomar el capítulo. Y ya no lo solté. No lloré, pero el nudo en la garganta estuvo, como en los libros anteriores. Me cansé de caminar en el bosque, y de esquivar balas.
Pregunté, y varias dijeron que este les parece el mejor de la trilogía. No tengo una opinión certera, pero creo que,como fue el estilo de esta historia, todo cierra al final. Todo tiene su porqué, incluso lo más injusto, que nunca falta entre Shura y Tania. Una historia de amor bien real, con esos trozos que uno no puede parar de leer y aquellos tantos otros en los que le gustaría cerrar los ojos, cerrar el libro, y dejarlo congelado,para evitar sentir dolor.

Voy a extrañar esa primera sensación de leer por primera vez una gran historia de amor. Un vestido blanco con rosas rojas, y The Bronze Horseman. Nada faltó y nada sobró.
Nada más.

martes, octubre 15

The wedding girl- Sophie Kinsella as Madeleine Wickam



Es la primera vez en varios meses que luego de algunos capítulos, me agarra una dependencia terrible y no puedo  soltar un libro.
Creía haber resuelto un poco la fórmula Kinsella, con Becky como mayor referente y una fórmula bastante repetitiva pero que nos gusta.
Por eso, al leer su nota iniciar explicando el cambio de nombre como representate de otro estilo,no esperaba grandes diferencias. Y no las hay, a menos no a simple vista. Su estilo de escritura es simple y llevadero, como siempre. Pero hay pequeñas sutilezas que me fueron enganchando con el correr de las hojas, y terminé el libro con una sensación de haber leído una muy buena historia y por qué no, de haberme sentido sorprendida gratamente, encantada con esta brisa nueva. Quizá pueda corroborar estos pequeños cambios en el estilo de Kinsella con una próxima lectura. Ya les contaré :)